Hablar de Álvaro Negredo es hablar de un tío fantástico. No sólo es un magnífico chaval joven, sino que es uno de los mejores compañeros de vestuario que me he encontrado en esto del fútbol. Con él, el Sevilla fichó gol, y se hizo con uno de los futbolistas más completos del panorama internacional.
Negredo y yo coincidimos en el Real Madrid y en Almería, además de que yo lo vi crecer, futbolísticamente hablando, en la cantera del Rayo. Allí los técnicos lo tenían claro. Negredo era la joya de la cantera, y desde entonces, el Madrid estaba loco por ficharle. Era muy joven, pero apuntaba muy buenas maneras.
Nadie se sorprenderá si digo que Negredo es un futbolista que lo tiene todo. Duro en el remate, con un disparo de los que matan, capaz de jugar bien con los pies y con ese don especial de los grandes delanteros para estar en el sitio adecuado en el momento justo.
Físicamente es un tanque, imposible de parar en el salto y en el cuerpo a cuerpo. Es un rematador nato y puedo dar fé de ello. No se me olvidan los dos goles que me hizo en un Rayo Vallecano - Real Madrid de filiales, jugando Negredo en el Rayo y yo en el Madrid. Perdimos 3-2, y aquello escoció...y Álvaro me lo recuerda siempre que puede.
Estoy convencido de que va a hacer cosas importantes en el Sevilla. Con la ilusión que le va a poner, un poquito de suerte, y lo que él sabe hacer, seguro que se hará un hueco en el Sevillla.
David Cobeño es portero del Rayo Vallecano. Fue compañero de Negredo en Real Madrid y Almería.
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