Cuando nadie se lo esperaba, con el verano avanzado, Del Nido decidió dar el paso adelante y firmar la operación más costosa de la historia del Sevilla. Negredo tiene la complicada misión de colarse entre la pareja más letal.
Alguna maldición debe recaer siempre sobre las espaldas del jugador sevillista que arrastra el rol de ser el más caro de la historia. Los recientes, Chevantón y Koné, y ciertos precedentes, como el caso de Otero, fueron víctimas del peso de la responsabilidad. Ahora le toca el turno a Negredo, que ha luchado todo el año por huir de este maleficio.
La expulsión en el decisivo encuentro en Almería y el irritante error ante De Gea en la final de Copa ensuciaron aún más su estreno en el Sevilla, cuyo rendimiento deja peores sensaciones que números. Curiosamente, de la comparación con el primer año de Luis Fabiano y Kanouté sale reforzado. Los 14 goles duplican los del brasileño en su primera temporada e igualan los del malí. Sin embargo, las expulsiones, las largas épocas de sequía y la descomposición mental que sufrió han marcado su campaña. Los 15 millones que el club invirtió en él y la espectacular cláusula de 80 millones que le impusieron le elevan la exigencia y multiplican las expectativas.
Monchi no duda en renovar públicamente la apuesta por el delantero procedente del Almería. Y Negredo asume el reto con decisión: "Se puede mejorar, no ha sido mi mejor año. He firmado en el Sevilla cinco temporadas y ésta ha sido un poco de adaptación. Así me lo tomo. Sé que daré más. Quiero seguir ayudando todo lo que pueda al Sevilla".
El plan de futuro del madrileño pasa por asentarse en el Sevilla
Es evidente que el Madrid no recomprará a Negredo. No obstante, los planes del delantero siempre estuvieron centrados en cumplir las cinco temporadas que firmó con el Sevilla. Cuando le acompañó el buen juego, deslizó que su intención era hacerse un hueco en Nervión, teniendo en cuenta la edad de Kanouté y las opciones que existen de que Luis Fabiano pueda salir.
Fuente || AS
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