Liga: Sevilla FC 4-3 Athletic Club

El Sevilla se llevó esta tarde un partido alocado con total merecimiento, que seguramente hubiera tenido otro final más apaciguado si con el 3-0 en el marcador Fernando Navarro no se hubiera ido a los vestuarios por doble amarilla, lo que provocó el lógico achuchón de un Athletic que rugió hasta el final. Pero el Sevilla, pese a que los vascos dieron guerra y de la buena, fueron siempre más, con un Romaric sencillamente sensacional en la manija y Luis Fabiano en estado de gracia, acompañado por el siempre lúcido Frederic Kanouté. Hasta el 3-0 el equipo evidenció una superioridad muy del corte de la que exhibió en su anterior comparecencia en casa y gustó con sus formas, trazando jugadas de verdadero mérito y enganchando una vez más a la gente. Parece irrefutable que los conceptos de Manzano van cuajando en un equipo que cada día sabe mejor lo que se hace.

El choque tuvo un inicio de poder a poder, porque este Athletic juega a fútbol y transmite mucho peligro, sobre todo cuando el cuero ronda los pies de Fernando Llorente, que lo rellena de peligro y lo envenena para sus contrarios. El duelo que el riojano mantuvo en los primeros compases con Cáceres fue de altura, con luces y sombras para ambos, llenos de fuerza e intensidad, dando una buena imagen de lo que iba a ser el encuentro en sí. Pero el Sevilla también decía cosas, más que nada cuando Romaric agarraba el esférico. El marfileño estuvo esta tarde sublime y cada balón que salió de sus botas iba cargado de intención. Las conexiones del seis con Konko desajustaban bastante a los vascos, aunque fue por la otra banda, en el minuto 35, cuando el encuentro comenzó a decantarse a favor de los andaluces. Balón al área de Capel, Kanouté remata en semifallo y Luis Fabiano no perdona... Gol y rabia desatada para un brasileño que una semana antes en Gijón lo había dado todo sin nada a cambio.

El 1-0 suavizó el espíritu del Athletic, que se iba arriba con soltura y peligro. Los últimos diez minutos del primer acto fueron netos para el Sevilla, concretamente para Romaric, que se creció con la ventaja en el marcador. Al filo del intermedio el africano, que estaba enviando balones por arriba llenos de cicuta, se inventó un pase imposible al corazón del área que Luis Fabiano no pudo hacer bueno tras ser placado por dos jugadores del Athletic. Penalti claro y gol desde los once metros de Frederic Kanouté.

El resultado era cómodo al descanso y se hacía un más al poco de la reanudación, cuando Luis Fabiano, tras otro pase excepcional de Romaric, ingeniaba un gol maravilloso, de los que sólo él sabe hacer. Instantes antes Capel se estrellaba con el palo, tras una jugada que pasó por hasta cinco jugadores locales. El Sevilla mostraba su cara más agradable e invitaba al disfrute. Pero entonces el fútbol mostró su rostro más loco, cuando Fernando Navarro vio la segunda amarilla a 25 minutos del final y el equipo perdió su sitio. El Athletic se vino arriba y se volcó por la siniestra, colgando los balones para Llorente. El ariete riojano cazó uno en el minuto 74 y llegó la zozobra tres minutos más tarde cuando el mismo Llorente hacía el segundo de penalti.

El choque estaba dando un giro peligroso, porque el Sevilla lo pasaba mal con diez jugadores. Pero en el momento que la pelota quemaba más, Romaric otra vez resultó decisivo, poniendo un balón magnífico al área que Negredo, que había sustituido poco antes a Luis Fabiano, peleó hasta ser objeto de penalti. Kanouté puso la calma y de ahí al final las aguas volvieron a su cauce natural antes de la expulsión de Navarro, aunque en el descuento Gabilondo hizo el tercero de los vascos y de nuevo puso el susto en el cuerpo a la parroquia local, aunque por muy poco tiempo.

El triunfo impulsa al Sevilla a las alturas de la tabla y disipa las dudas que saltaron a la palestra en El Molinón. Este equipo se está aprendiendo el guión de Manzano cada vez con más tino y cuando juega lo hace de maravilla. Romaric ha sufrido una completa metamorfosis, porque lo de este domingo fue una verdadera exhibición. Luis Fabiano por fin se ha destapado y Kanouté, otra vez más, fue deshago de todos sus compañeros, dejando claro que en este Sevilla debe estar la mayor parte del tiempo en el campo... Todavía se está en periodo de construcción, pero lo que se está levantando tiene muy buena pinta.

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Negredo: 7. Detalles para enmarcar.

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