Liga: Athletic Club 2-0 Sevilla FC

El Sevilla no la lleva consigo en esta campaña. Para muestra, nada mejor que el partido de San Mamés, un encuentro crucial para dar un salto hacia arriba en la tabla, que se perdió por un gol en propia puerta y la falta de tino arriba, con Gorka Iraizoz intratable y Kanouté desquiciado por ver cómo sus continuos intentos quedaban en nada. El Sevilla, que tuvo un inicio gris, fue de menos a más, jugó para ganar, pero ni siquiera se quedó un punto, pues incluso en el final fue apuntillado por Iraola desde los once metros. El fútbol es así...

El equipo de Gregorio Manzano acabó desquiciado en Bilbao. Suele pasar cuando se pone todo sobre la mesa y al final el estómago se queda vacío. Mal negocio, además, cuando hasta dos jugadores, Negredo y Luis Fabiano, tienen que abandonar el campo por lesión... No salió nada, algo que viene siendo constante en muchas fases del campeonato. La suerte es para quien se la trabaja, cierto, pero en ocasiones se resiste en exceso. Magno castigo el de este domingo para un equipo que tuvo que trastocar muy pronto sus planes. Un choque de testas entre Negredo e Iraola acabó con ambos en el suelo con sangre en sus cabezas, llevándose el madrileño la peor parte: nueve puntos de sutura y un diente roto.

Kanouté saltó al campo y el partido tomó otro cariz, porque el malí generó superioridad en el centro del campo. El Athletic, que empujaba sobre todo a balón parado, poco a poco concedía el cuero al Sevilla, sobre todo cuando Rakitic comenzó a reivindicar su sitio. El croata es muy bueno. Juega y hace jugar. Sus faltas siempre llevan marchamo de gol. Luis Fabiano la tuvo en su cabeza en el 27 y Navas contó con varias internadas profundas que se perdieron en imprecisiones. El Sevilla crecía y su impulso no cesó tras el descanso. Los de Manzano buscaban el triunfo con buenos argumentos y encerraban al Athletic. Un centro de Navas en el 48 lo remató fuera por poco Kanouté. Cinco minutos más tarde el turno fue para Escudé y en el 56 Kanouté desperdicia solo en el corazón del área un envío raso de Cáceres. Sólo faltaba el acierto... que nunca llegó.

Tanto concedió el Sevilla en los metros finales que lo acabó pagando, de la forma más cruel, cuando Fazio a 24 del final despejó al fondo de su propia puerta un envío desde la diestra, precedido de una jugada con falta a Navas no señalada y un inoportuno rebote en el colegiado. Era increíble el tinte que tomaba un partido que parecía bien sujeto para los intereses andaluces. Para colmo, prácticamente en la siguiente jugada Luis Fabiano se lesionaba. El balón castigaba a un Sevilla que sin embargo no aceptaba la derrota. Particularmente Kanouté se estrelló con Gorka una y otra vez, tanto con la testa como a media vuelta... El meta vasco estaba soberbio y sus aciertos desfondaban los ánimos de un equipo que quería pero no podía.

Los ataques del Sevilla cesaron en el tramo final, porque el avance del crono sentaba mal a los de Manzano, incrédulos por lo macabros guiños de la fortuna. El Athletic supo abrochar bien el triunfo en los últimos compases y además se benefició de un penalti cometido por Escudé. Iraola no perdonó a Varas y agrandó la herida. Precisamente Iraola, el que chocó con Negredo al comienzo del choque, pero que a diferencia del madrileño sí pudo terminar el partido. Esa acción entre delantero y defensa sintetiza fielmente lo que fue el encuentro de este domingo: un choque de trenes en el que los sevillistas se llevaron la peor parte, sin ningún tipo de suerte.

Alineación Athletic Club: Iraizoz; Iraola, Ekiza, San José, Koikili; David López (Orbaiz, 80), Javi Martínez, Gurpegui, Muniain (Gabilondo, 83); Toquero (De Marcos, 47) y Llorente.
Alineación Sevilla FC: Javi Varas; Martín Cáceres, Fazio, Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Medel (Romaric, 80), Rakitic, Perotti; Luis Fabiano (Diego Capel, minuto 71) y Negredo (Kanouté, 15).
Goles: 1-0: Min. 66, Fazio en propia meta. 2-0: Min. 87, Iraola.

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